«¡Que no nos talen a la Virgen!»
Los vecinos se movilizan contra la retirada de la Virgen del Abrazo del parque de Valdebebas, en Madrid
El día de la votación ha llegado y el pleno de la junta del distrito de Hortaleza ha decidido, por apenas de un voto de margen, la retirada de la llamada Virgen del Abrazo en el parque madrileño de Valdebebas.
Se trata de una imagen tallada en el mismo tronco de uno de los árboles del parque, a iniciativa de algunos vecinos del barrio. «Un día fuimos algunas familias a comer a esa zona del parque y se nos ocurrió la idea de que ese lugar albergara una imagen de la Virgen», dice la promotora principal de la iniciativa a esta publicación.
«Se trata de una iniciativa vecinal, no parroquial», matiza. Por eso, hace año y medio se pusieron en contacto con la con la Dirección General de Gestión del Agua y las Zonas Verdes del Ayuntamiento de Madrid, y solicitaron la colocación de una imagen de la Virgen en ese lugar. El proyecto fue cobrando forma y el escultor Jesús Arévalo recibió el encargo de tallar en la madera de un árbol viejo una singular imagen mariana: la Virgen del Abrazo.
El árbol era un pino de 140 años cuya inclinación podía amenazar a los paseantes, por lo que el Ayuntamiento decidió cortarlo y en su tronco Arévalo ha estado trabajando de abril a julio. Sin embargo, ahora, con la talla terminada, la Asociación de Vecinos La Unión de Hortaleza ha presentado una solicitud a la Junta Municipal para retirar la talla y donarla a la parroquia de las Cárcavas, «lugar sagrado donde debería estar, por no ser un parque forestal un lugar idóneo para la instalación de una talla de culto», dicen en la proposición a la Junta.
El recorrido administrativo a recorrer a partir de ahora es largo, por lo que «los vecinos vamos a estar ahí para impedir que talen a la Virgen», explica la impulsora de la iniciativa. De momento van a constituir una Asociación de Amigos de la Virgen del Abrazo de Valdebebas, «para que dos o tres personas no excluyan a la mayoría de vecinos y familias del barrio. Ya es hora de respetarnos todos», añade.
Además, han iniciado una campaña de firmas a través de Change.org que ya ronda las 14.000 adhesiones. «La imagen de la Virgen está arraigada al suelo por las raíces del árbol, es una maternidad que sale de la madre tierra –explica–. Al que no es creyente también le atrae porque es una pieza de una gran belleza para el futuro de todos. La imagen sugiere abrazo, maternidad, feminidad, ternura… hay mucho contenido espiritual y emocional para que disfrutemos todos, sin exclusiones. La Virgen es un grito de libertad, también para los no cristianos».
Habla el escultor
«Yo no entiendo esta polémica –reconoce Jesús Arévalo, el creador de la obra–. Yo hice el trabajo porque me lo encargaron desde el Ayuntamiento. Durante los cuatro meses que he estado trabajando en ella ha pasado gente que estaba contentísima de que estuviera allí, venían de lejos para verla, hay personas que le han encomendado a familiares enfermos, familias enteras que han venido a rezar, personas que rezaban delante cuando solo había un tronco… Solo una persona me dijo que “qué pintaba eso ahí”. Fue la excepción, a muchos les ha tocado el corazón. Es una Virgen en un parque, para gente normal».
«Yo creo que en este tiempo la gente busca se sentirse liberada, y para muchos la Virgen ha sido una alegría, un signo de libertad, algo que gusta… y que sin embargo algunos ahora quieren prohibir», lamenta Arévalo.