8.000 jóvenes haciendo oración a través de WhatsApp

Todo empezó con una madre de familia numerosa —once hijos— preocupada por la formación espiritual de su prole y porque sus hijos rezaran. Se puso en contacto, entonces, con el sacerdote del colegio para ver qué podían hacer para que la gente joven hiciera oración. Debía ser algo que conectase con el estilo de vida de los chavales. Así, después de algunas resistencias, decidieron grabar en audio algunas meditaciones con la ayuda de otros sacerdotes.

Javier Sánchez-Cervera de los Santos fue el tercer sacerdote en sumarse a la lista. «Originalmente la idea era tenerlo todo en una carpeta de Dropbox para poder compartirlo y que la gente lo tuviera», asegura a Alfa y Omega. Pero cuando Sánchez-Cervera, que es sacerdote en Madrid, quiso compartir el audio con los jóvenes de su parroquia, le pareció más sencillo hacerlo a través de un grupo de WhatsApp. La idea era subir una meditación cada día.

Para sorpresa de Javier, «ese primer grupo se llenó con los jóvenes de la parroquia y con sus amigos —cada grupo de WhatsApp puede contener hasta 257 miembros—. Fueron compartiéndolo entre ellos». Antes de acabar el día, se habían llenado ya tres grupos y, al día siguiente, se formaron el número 4, 5, 6, 7… «A día de hoy estamos completando el grupo 32». Eso son más de 8.000 jóvenes.

Pero el éxito de la iniciativa, a la que han bautizado como 10 minutos con Jesús, también se puede corroborar en los comentarios de la gente: «Genial las meditaciones. Es como si Dios me hablara personalmente todos los días. Es justo lo que necesito en este momento. Cualquier cosa en la que pueda colaborar, no dude en decírmelo. Estaré encantada de hacerlo»; «Me lo pongo en el coche cuando voy con los niños y me ayuda un montón»; «Está genial. No fallo nunca».

Una meditación de diez minutos

La dinámica es sencilla y es igual para todos los grupos. Cada mañana, el administrador del grupo, pone una pequeña introducción para presentar la reflexión y, seguidamente, comparte el audio.

El archivo de sonido comienza con una oración introductoria y después vienen diez minutos de oración guiada. «Es una pequeña meditación, al hilo de algún pasaje del Evangelio y, normalmente, con anécdotas y ejemplos», explica Sánchez-Cervera. «Se trata de hablar con Jesús y de animar a los que nos escuchan a hablar con Jesús».

La idea es «huir del lenguaje clerical, técnico o retórico. Así lo hemos puesto en el manual de estilo que nos hemos hecho los curas —actualmente participan ocho sacerdotes en la iniciativa—. Queremos ser muy claros y llanos».

Sínodo de los jóvenes

La iniciativa ha echado a andar a las puertas del Sínodo de los obispos sobre la juventud y, según el sacerdote, del proyecto se pueden sacar muchas ideas reveladoras de cara al Sínodo.

Para Javier Sánchez-Cervera de los Santos, la rápida difusión de 10 minutos con Jesús es muy significativa. «Por un lado, creo que nos indica que la gente, en especial la gente joven, tiene sed de Dios. Están deseando tener espacios y momento y maneras de encontrarse con Dios». Por otro lado, «está claro que no lo encuentran o que no se sienten atraídos por quienes le presentan a Jesús».

Así, «el éxito de la iniciativa es que los chavales se encuentran con un producto asequible, en un lenguaje que ellos entienden, en un medio que manejan y con ejemplos muy de la vida», concluye el párroco de Fuente del Fresno.