«Si solo ofrecemos retiros, oración y ejercicios no llegaremos a la mayoría de los jóvenes»
El Sínodo de Obispos de 2018, que abordará el acompañamiento y la atención a los jóvenes en la Iglesia, ha marcado este fin de semana la celebración de las 47ª Jornadas de Pastoral Juvenil Vocacional que organiza CONFER. De hecho, las principales ponencias e intervenciones de este evento señalado en rojo por parte de la vida religiosa de nuestro país han abordado los distintos aspectos que, a su vez, propone la cita sinodal: la juventud actual, el acompañamiento o el discernimiento, entre otros
El jesuita José María Rodríguez Olaizola hizo un recorrido que comenzó en los jóvenes de hoy y siguió en la fe que la Iglesia propone desde siempre. «De nada sirve a los jóvenes tenerles de experiencia en experiencia si no les ayudamos a construir un proyecto», afirmó. Y continuó: «Debemos ofrecerles el puente hacia la vida adulta. Solo ahí se plantea una vocación». En este sentido, propuso tres caminos para ayudar a los jóvenes a encontrarse con Jesús: la Palabra, la celebración y el testimonio.
Por su parte, Amadeo Cencini, sacerdote canonisano, puso el énfasis en el discernimiento y afirmó que sin este la pastoral se convierte en enigmática. Y por ello, puso en valor esta característica tan presente en el magisterio del Papa Francisco al afirmar que «Dios no quiere soldaditos obedientes, sino hijos felices».
Una de las intervenciones con mayor acogida fue la de la religiosa vedruna Lola Arrieta, que se centró en el acompañamiento personal como dinamismo pastoral. Planteó en primer lugar que para conocer a los jóvenes «hay que salir a la calle a buscarlos: salir a las calles, a donde ellos están». Luego, añadió que para llegar a los jóvenes hacen falta testigos que les acompañen, un acompañamiento que no es posible, añade, «sin una experiencia de conversión personal». «Quien no tiene experiencia personal, no puede acompañar», sentenció.
Y una vez cerca del joven, recalcó la importancia de crear vínculos con los jóvenes que signifiquen, afecten y comprometan, «vínculos que preparen para el encuentro». La clave está, señala, en «vivir la fe de manera confensante y más pegada al Evangelio que a la ley».
Por su parte, Fabio Attard, salesiano, recalcó que el acompañamiento no es «una elección», sino «una cultura» y que, para ello, se necesitan «religiosos dispuestos a remangarse y mancharse de barro, no los profesores de turno». «Los jóvenes necesitan personas presentes en su vida y atentas a su cotidianidad fluida, proponiendo, no criticando», explicó.
La clausura corrió a cargo del director del Departamento de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal Española, Raúl Tinajero, que presentó al auditorio el proyecto Iglesia en Diálogo, que pretender generar «una oportunidad para escuchar a los jóvenes». Tinajero apuesta en el trabajo con jóvenes por la creatividad, pues «si solo ofrecemos retiros, oración y ejercicios, no llegamos a la mayoría de los jóvenes». Sobre el discernimiento vocacional, reclamó que se tengan en cuenta que este no solo hace referencia al sacerdocio y a la vida consagrada.
Las jornadas, a las que asistieron un total de 600 personas que realizan su misión en el ámbito de la pastoral juvenil, fundamentalmente en el ámbito de la vida religiosa, también se hicieron presentes en las redes sociales, llegando a ser varias veces una de las tendencias más relevantes del fin de semana.
Cerrado este evento, los ojos están puestos ahora en la Asamblea General de CONFER, en la que superiores y superioras de congregaciones reflexionarán también sobre los jóvenes. Será el próximo mes de noviembre.