Francisco retoma por sorpresa los Viernes de la Misericordia
Emotiva visita de Francisco a la Fundación Santa Lucía, especializada en la atención a pacientes con trastornos neurológicos
El Papa retomó por sorpresa sus «Viernes de la Misericordia» al visitar esta tarde la Fundación Santa Lucía, un conocido centro romano especializado en el tratamiento y rehabilitación a pacientes con trastornos neurológicos, como la esclerosis múltiple, el Parkinson, las lesiones medulares o las secuelas de un ictus.
Según informó la Santa Sede, Francisco llegó al centro sobre las 4 de la tarde, donde fue recibido por los pacientes y el personal. «Particularmente emocionante —asegura la nota— fue la visita del Papa al departamento de rehabilitación de niños con trastornos neurológicos». Allí el Pontífice «se detuvo y bromeó con ellos», e «intercambió algunas palabras reconfortantes con los padres que estaban ayudando en la rehabilitación motora de sus hijos, a menudo cansados y dolorosos. El Santo Padre prestó gran atención a los ejercicios que permiten a los niños adquirir o recuperar su estabilidad motora».
La visita continuó por una sala con pacientes jóvenes que quedaron parapléjicos o tetrapléjicos por causa de accidentes de tráficos, y siguió después hacia un gimnasio de rehabilitación utilizado por personas mayores. El Papa les animó a no dejar la actividad física y a «confiar en la investigación científica» para la curación de enfermedades.
Tras visitar, por último, la capilla del edificio, Francisco regresó a la Casa Santa Marta, acompañado, como en ocasiones anteriores, por el arzobispo Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la promoción de la Nueva Evangelización.
Con este gesto, el Papa da continuidad a los Viernes de la Misericordia, iniciados el 15 de enero de 2016 con la visita a un centro para ancianos y enfermos en estado vegetativo. Esas visitas han incluido una casa para toxicómanos, un centro de acogida a refugiados, una comunidad que atiende a enfermos mentales, antiguas prostitutas que dejaron la calle o una casa de antiguos sacerdotes que se secularizaron y formaron familias.