Los imputados del caso Bambino Gesú testificarán a partir del 19 de septiembre
La presentación de nuevas pruebas documentales obligan a aplazar el juicio, que iba a continuar este viernes
El juez Paolo Papanti Pelletier ha decidido este jueves aplazar hasta el próximo 19 de septiembre el juicio contra el expresidente de la fundación Bambino Gesù, Giuseppe Profiti, y el extesorero de la institución Massimo Spina, por haber desviado presuntamente 422.000 euros provenientes de fondos del hospital pediátrico para sufragar la reforma del ático en el que vive actualmente el ex secretario de Estado del Vaticano el cardenal Tarcisio Bertone.
El juicio, que comenzó el pasado 18 de julio, se ha suspendido ahora para permitir a las partes analizar nuevos documentos que se han presentado como prueba. En concreto, la actual presidenta de la Fundación del hospital, Mariella Enoc, remitió a los jueces una memoria escrita que deberá ser estudiada por la acusación y la defensa.
Los abogados, por su parte, solicitaron la entrega de más documentación, entre ella, las pruebas relativas a las pericias sobre la reestructuración del ático de Bertone.
De este modo, el calendario judicial, que debía continuar los días 8 y 9 de septiembre, se ha aplazado hasta el próximo 19 de septiembre, cuando se procederá con los interrogatorios de los imputados y las declaraciones de los testigos.
El cardenal italiano no ha sido imputado por este caso. En el pasado el portavoz oficial del Vaticano, Greg Burke, aclaró que por su condición de miembro del colegio cardenalicio no podría ser investigado por la justicia ordinaria, porque solo puede ser investigado por el Tribunal Supremo especial del Vaticano, el único competente para abrir una investigación contra él.
Información de Vatileaks II
El caso comenzó a raíz de una investigación publicada por el periodista italiano, Emiliano Fittipaldi, que fue absuelto por falta de competencia territorial por el Vaticano en el proceso por la filtración y publicación de documentos reservados en su libro Avarizia.
Fitipaldi informaba de que una parte de la reestructuración del ático, un espacio de unos 600 metros cuadrados más otros 100 metros de terraza, al que se mudó Bertone tras ser sustituido como secretario de Estado, fue pagada con 422.000 euros procedentes de los fondos de la Fundación Bambino Gesù, que recoge donaciones para el hospital.
Según apuntaron varios diarios locales, la reforma no fue facturada por la empresa Castelli Re, la encargada de efectuar la reestructuración del edificio, ya que quebró en julio de 2015. Los fondos fueron a parar a una sociedad británica con sede en Londres, LG Concractor, controlada por el propietario de Castelli Re, Gianantonio Bandera, amigo personal del cardenal Bertone.